Como líderes empresariales a veces nos toca lidiar con situaciones un tanto difíciles, esta vez conversaremos sobre esas personas tóxicas que llegan y revolucionan de tal manera el ámbito laboral que no puede pasar desapercibido para gerentes y encargados de gestión humana. En esos momentos nos sería muy útil conocer cómo enfrentar empleados conflictivos sin afectar el ambiente reinante en la empresa.
Antes que todo debemos tratar de conocer muy bien la situación y constatar que, en efecto, la persona en cuestión no esté siendo víctima de chismes e intrigas, de no ser así y ser ella el foco de las situaciones incómodas utilizar los mecanismos necesarios para evitar que este comportamiento nocivo afecte, tanto a las actividades de la empresas, como a sus compañeros de equipo.
Consejos de cómo enfrentar empleados conflictivos
Afrontar la situación rápidamente: La falta de interés en la situación por parte de los directivos, les da a entender que nada pasa, y que es normal su actitud, lo que produce la sensación de desamparo en el resto del equipo. Es necesario intervenir y de forma rápida, más allá de que el empleado alcance los resultados requeridos.
A partir de hechos contrastados: Contar con datos objetivos, basados en información real. Explicarle el efecto negativo de sus actitudes sobre los compañeros de trabajo.
Conversarlo cara a cara: Con frecuencia el conflictivo no sabe que lo es, por lo que resulta de mucha importancia explicárselo de forma confidencial y con respeto.
Descubrir las causas: A veces son poco empáticos o tienen problemas personales, como también puede ocurrir que se sienten estancados o tratados de forma injusta.
Plazos para el cambio: Establecer opciones de mejora, y fijar metas cortas, haciendo seguimiento intensivo.
Formación y mentoring: Siempre podemos optar por la formación y el mentoring cuando se trate de falta de habilidades sociales e incompetencia.
Rotación de cargos: Si lleva mucho tiempo en el puesto y no desarrolla actitudes para sacar adelante el negocio, la rotación de cargo es una buena opción.
Retribución en función de resultados: El premiar en positivo reconociendo el buen comportamiento públicamente de los trabajadores productivos. Incentivando tanto el aporte, como el esfuerzo, suele inspirarlos.
Amonestación: Algo que aun sin tener implicación monetaria, estará en su expediente y será conocido por sus compañeros. El equipo se sentirá motivado y comprometido si sabe que se intenta solucionar.
Despido: Último paso y de alguna manera considerado un fracaso de dirección por no reconducir la situación. Si no hay modificación de conducta, es preferible prescindir de sus servicios.