El departamento de Recursos Humanos, como ya lo hemos dicho en oportunidades anteriores, es esencial para que una empresa funcione de manera correcta. Siendo así, es muy importante que la gerencia de Recursos Humanos funcione a todo motor, es decir, que mantenga la estabilidad laboral de la empresa y asegure un buen clima organizacional.

En este departamento, por lo general, se suelen tomar las decisiones más complicadas o les toca transmitirlas a los trabajadores de la empresa, como por ejemplo: despidos, aumentos o selección de nuevos talentos, propuestas de actividades para que los empleados se sientan a gusto y es la unidad primordial para la resolución de conflictos, a través de la comunicación, y por eso es imperativo que proporcione un valor agregado a cada uno de los empleados.

Una mirada más allá en la gerencia de Recursos Humanos

Lo primero que deben conocer todas las personas que integran este departamento, es la estrategia de la empresa, en conjunto con la misión y visión. Es importante que se sepan estas informaciones como la palma de su mano, puesto que a partir de allí se encargarán de hacer cumplir los objetivos que tiene la empresa que los contrató.

También deben conocer muy bien a cada uno de los trabajadores de la empresa, identificando sus necesidades y reconociendo cuando alguno de ellos esté desmotivado o descontento, para ofrecer opciones que puedan devolverle la sonrisa al empleado y promueva sus buenas labores.

Asimismo, es esencial que en la gerencia de Recursos Humanos haya buena comunicación, tanto entre las personas que conforman el departamento como con cada uno de los trabajadores de las distintas áreas de la empresa, incluyendo, por supuesto, a los líderes o dueños del negocio. Una buena comunicación resultará en las mejores propuestas de integración desde el departamento de gestión humana y muy seguramente traerá productividad al entorno laboral.

Es muy importante que se tome en cuenta también que este departamento debe ‘servir al empleado, esto quiere decir que debe atender las necesidades laborales y de crecimiento profesional que tengan cada uno de los trabajadores, respondiendo cada una de sus interrogantes respecto al negocio y al futuro de la empresa.

Además de todo esto, y tal como lo planteamos desde el principio, quienes se encarguen del Recurso Humano deben estar preparados para la solución de conflictos, prediciendo cada posible situación que se presente en el día a día, para tener todas las respuestas a la mano y evitar que se genere incertidumbre y, en muchos casos, falsas expectativas.