Trabajar desde casa genera comodidad en ciertos aspectos, mientras aumenta la productividad de los colaboradores gracias a la flexibilidad que genera. Sin embargo, esto en reiteradas ocasiones conlleva a descuidos a nivel de ergonomía en el teletrabajo.

Estos descuidos pueden causar enfermedades ocupacionales, no solo desmejorando la calidad de vida sino disminuyendo la productividad y generando egresos a la empresa. A continuación, se informará de aspectos básicos sobre cómo seguir las normas fundamentales de ergonomía en teletrabajo.

Definiendo la ergonomía

Se conoce como ergonomía al conjunto de técnicas que permiten acondicionar el lugar de trabajo a las características físicas y mentales del colaborador; esto con el fin de aumentar el rendimiento durante las jornadas. 

Durante la cuarentena muchos puestos de trabajo fueron trasladados al hogar. Lamentablemente este entorno no se encontraba preparado para que las labores fueran realizadas allí, lo que llevó a que aumentaran las patologías de carácter ocupacional por laborar en ambientes no controlados.

De esta manera, la ergonomía en teletrabajo se ha convertido en un reto para las empresas que desean proteger la salud y seguridad de sus trabajadores.

Ergonomía en teletrabajo: Recomendaciones

La capacitación es la clave para orientar al trabajador, educar incentiva a organizar el lugar de trabajo e implementar las mejores prácticas de ergonomía; así como ejercicios de estiramiento.

Sin más demoras, es momento de dar a conocer algunas recomendaciones para hacer de las jornadas de teletrabajo lo más productivas posibles cuidando de la salud.

1. Mantener una buena postura: Esto hace referencia a mantener la postura correcta al sentarse, utilizando una silla con respaldo en la espalda y descansando los brazos. Esto permite que la zona cervical y lumbar tengan un adecuado soporte. En el caso de la zona de los brazos, lo ideal es hacer uso del mouse ya que de esta forma se evita comprimir la muñeca y desarrollar a futuro el síndrome del túnel del carpo. 
2. Escoger el lugar indicado: No importa el tamaño del hogar, solo necesitas un espacio dedicado exclusivamente para el trabajo. Esta característica permite establecer límites físicos entre las actividades de la jornada laboral de las cotidianas. Es recomendable que este lugar cuente con excelente luz natural, así como con suficientes conexiones eléctricas y ventilación.
3. Ejercitarse: Los ejercicios de estiramiento son la mejor opción, es necesario tomar un descanso o pausas activas durante las actividades laborales. Las consecuencias al no hacerlo pueden ir desde fatiga hasta anomalías en los discos de la columna.
4. No todo es trabajo: Además de las normas de ergonomía, es fundamental tener en cuenta que para mantener una buena salud física y mental es necesaria una buena alimentación.

Que el trabajo no sea excusa para saltarse las comidas, por lo que se recomienda que el colaborador establezca horarios regulares para las mismas. Así mismo lo ideal es que no se realicen las comidas mientras se trabaja.