¿Cuándo las empresas de recursos humanos aumentan su valor?
Siempre se ha hablado de la importancia en la gestión eficiente de los recursos humanos y los maravillosos resultados que se pueden lograr, al motivar a las personas que componen el recurso humano de una empresa hacia los objetivos de la misma. Sin embargo, en la práctica intervienen una serie de factores, que complican el proceso de llevar la teoría a la realidad. Y entre tanta disyuntiva, surge la gran pregunta ¿cómo saber si las empresas de recursos humanos realmente están aumentando su valor? ¿Cuándo sucede esto?
No se dejemos engañar por la aparente simpleza de su respuesta. En la actualidad valen más las acciones que los números, puesto que las acciones denotan el grado de conocimiento conocimientos y los sentimientos involucrados; mientras que los números son reflejo de la necesidad imperante de cuantificar las cualidades que dan valor a las empresas.
Con ello no se pretenden diluir la importancia de los KPIs como herramientas de medición. Sino motivar a los Gerentes de Recursos humanos a llevarlos hasta su mínima expresión con el fin de evitar el conformismo de lo aparente y llegar hasta la médula del valor intrínseco de las empresas de recursos humanos. Reflejado en acciones espontáneas de su personal, en aras de realizar su labor de la mejor manera posible. Logrando el grado de reconocimiento y realización que les satisfaga.
Y ahí el verdadero reto de las empresas de recursos humanos al dirigir sus esfuerzos en aumentar su valía. En determinar los mecanismo que motivan a sus trabajadores a sentirse realizados consigo mismos logrando el reconocimiento de por la tarea que desempeñan. Primero para sí mismos como profesionales y luego para la empresa en la que laboral, pues ella se convierte en una extensión de ellos mismo, lo que se traduce en “sentido de pertenencia”.
¿Cómo saber si se ha logrado aumentar el valor del recurso humano?
Pues precisamente cuando los empleados son considerados piezas estratégicas para que las empresas logren aumentar su capital. Cuando estos pasan a ser socios operativos de las compañías para las que laboran y ascienden dentro de la línea de producción. Si el patrón lo reconoce, pero no le da el valor que requiere, surge lo que se conoce como fuga de talento. El empleado se va donde realmente le valoren.
Estudios en el área de recursos humanos han determinado que la gestión, la captación de nuevos talentos así como la formación y el desarrollo de los empleados son piezas claves para lograr el aumento del valor del recurso humano de una empresa. Por tanto la demanda de nuevas incorporaciones presenta un nuevo reto para el departamento de recursos humanos, pues deben explorar más allá de las cualidades intelectuales, pues que un empleado tenga las mejores notas en la universidad, no necesariamente lo convierten en el empleado que lo necesita. Y así lo demostró Google en su estudio sobre las capacidades y conocimientos que deben tener un trabajador en la era de los millennials.