clima laboral

El clima laboral como factor que incide en el trabajo

El clima laboral está vinculado proporcionalmente a los niveles de productividad del equipo de trabajo, mientras más cohesionado se encuentre el personal, se obtendrán mejores resultados. Cabe destacar que cuando hay una buena relación entre las personas que laboran en una organización, tanto jefes, como empleados, el compromiso se hace mayor.

Igualmente, se deben tomar en cuentas las condiciones salariales y el ambiente en el cual se desenvuelven los trabajadores, tratando en lo posible de proporcionarles la mayor comodidad para que realicen sus labores con mayor efectividad y, al mismo tiempo, desarrollen esa fidelidad hacia la empresa que los inspira a tener cada día un mejor desempeño.

Factores que desmejoran el clima laboral

En las organizaciones a veces existe la falsa creencia de que lo más importante es la productividad, por encima de todas las cosas. Lo cierto es que sí, es importante la productividad, pero lo enfocamos de forma equivocada, porque al prestar atención al capital humano, indirectamente también la estamos  atendiendo, y de una manera más satisfactoria.

Entre los factores que influyen en la generación de un clima laboral negativo se encuentran:

–          Manejo errado de los conflictos: Cuando los líderes son incapaces de resolver los conflictos que se pueden presentar entre el personal, los mismos suelen llegar a altas proporciones.

–          Falta de comunicación: La comunicación de los líderes con el equipo de trabajo debe ir más allá de los temas relacionados con las labores cotidianas, llegando a un punto donde se unen lo formal e informal para lograr un ambiente saludable.

–          Ausencia de inteligencia emocional: Cuando un jefe no logra controlar sus emociones produce un efecto negativo en la actitud de sus empleados, incluso puede inspirar temor, lo que genera descontento en el personal.

–          Liderazgos autoritarios: Los jefes autoritarios y regañones producen un alto grado de desmotivación, y esto a su vez afecta la productividad del empleado.

–          Desorden: La falta de planificación de las tareas, el dejar todo para última hora, genera un estrés colectivo y el trabajo bajo presión tiende a ser poco agradable.

–          Desarrollo y reconocimiento: La falta de reconocimiento o la inequidad a la hora de premiar produce gran desmotivación, ya que los trabajadores no ven motivos para esmerarse si otro es el recompensado.

–          Poca estimulación: Cuando el trabajo se torna poco atractivo y rutinario, el empleado puede perder el interés en realizarlo.